Descripción
96 Normal 0 21 false false false ES-TRAD X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:Calibri; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-fareast-language:EN-US;} El término «crisis» es un término contemporáneo, formulado en una época histórica determinada, con una precisa fecha de caducidad. La historiografía lo ha utilizado de forma abusiva cuando se ocupa del estudio de la Baja Edad Media. Como se evidencia en esta monografía, la expresión «crisis de la Baja Edad Media» no deja de ser una «construcción historiográfica» que se formula durante la primera mitad del siglo xx. Es más adecuado utilizar términos como «desarrollo», «transformación» o «cambio» para definir los procesos que afectaron a la vida de las mujeres y los hombres bajomedievales. Siempre que se producen «transformaciones» o «cambios» profundos en un momento de la historia, las y los medievalistas nos remitimos al pasado buscando elementos para entenderlos, y utilizamos con frecuencia conceptos y términos actuales para el estudio de aquel pasado. Por ello, y para evitar equívocos, debemos definirlos con precisión y tener presentes las realidades y experiencias históricas de la época que estudiamos. La búsqueda de comprensión en la Edad Media para entender el presente es una búsqueda recurrente. n