Descripción
En este trabajo se descubre de qué manera y en qué grado el componente léxico-aspectual condiciona el comportamiento morfosintáctico de los verbos de movimiento, como ir, llegar, venir, correr, nadar, etc. Especialmente, se centra en delimitar la frontera que reside entre dos tipos de verbos de movimiento, concretamente entre los verbos de dirección inherente (ir, llegar o venir, entre otros) y los verbos de manera o forma de desplazarse (bailar, correr, volar, entre otros). La confrontación de los dos grupos mencionados permite subrayar el vínculo que se establece entre los mecanismos léxico-aspectuales y las construcciones que se derivan de este tipo de verbos. Asimismo, se demuestra que los verbos de direccionalidad manifiestan dos trayectorias básicas enfrentadas a los verbos de forma: por un lado, se caracterizan por mostrar una delimitación aspectual concreta en el marco espaciotemporal, y, por otro lado, se demuestra que los verbos de dirección inherente presentan un déficit semántico importante. Todo esto provoca que, en el caso de los verbos de direccionalidad, se propicie un contexto de marcado temático "anómalo".n