Descripción
Al lado del curso del río Ter se conocen desde hace tiempo los vestigios de unos restos romanos que, sin embargo, han tenido poco predicamento entre eruditos y estudiosos. Ciertamente, no ha sido hasta hace pocos años que han sido objeto de interés y han entrado decididamente en la bibliografía especializada. Se trata de unas ruinas bastante notables que no están juntas sino separadas por un centenar y pico de metros. Una, llamada can Cavorca o Cavorca II, se localiza en una explanada muy cerca del curso fluvial. Es una construcción sólo parcialmente conservada, aparentemente aislada, bien obrada con bloques pequeños uniformes que usó ampliamente en su fabricación una cantidad notable de pequeños fragmentos de mármol blanco de calidad y, muy probablemente, de canteras diversas que deberían proceder, según pensamos, de material de aprovechamiento.